El dictador nicaragüense utiliza al coronavirus para vengarse del pueblo que no lo respalda, el cual se empezó a manifestar en las protestas del año 2018 para pedir la renuncia del gobierno sandinista.
Se conoce que más del 70% de la población nicaragüense no respalda la gestión del gobierno sandinista de Daniel Ortega, porcentaje que exige unas elecciones anticipadas y justicia por todos los crímenes cometidos por Ortega y su gabinete.
Es por ello que el régimen sandinista no se preocupa en tomar medidas preventivas para evitar la propagación del coronavirus en el país y apuesta por una infección masiva al seguir promoviendo los eventos y concentraciones.
Mientras los demás gobiernos de los países de la región aplicaron medidas preventivas como cuarentenas y distanciamiento social, en Nicaragua no se han tomado ningún tipo de medidas y es el único país donde se puede salir libremente a la calle en todo el continente.