El régimen sandinista de Daniel Ortega enfoca su represión gubernamental hacía la Iglesia Católica, en las últimas dos semanas al menos cuatro templos han sido profanados en el país.
El daño más grave ha sido el ataque con bomba a la Capilla de la Sangre de Cristo de la Catedral Metropolitana de Managua, un ataque denunciado por el propio Cardenal Leopoldo Brenes como acto de terrorismo.
Cientos de feligreses lloraban en la Capilla al ver la antigua imagen de la Sangre de Cristo calcinada por las llamas que ocasionó la bomba que colocó un militante del frente sandinista que llego encapuchado al centro religioso.
El acto de vandalismo y profanación a la Catedral de Managua ha dado la vuelta al mundo en pocas horas, levantando condenas de todos los sectores tanto nacionales como de la comunidad internacional.